En el trabajo de una productora, el tiempo es un recurso tan valioso como el presupuesto. Cada minuto que se ahorra en la fase de producción puede invertirse en mejorar la calidad final del proyecto o en atender a más clientes. Sin embargo, uno de los puntos donde más tiempo se pierde —y que más retrasa la entrega— es en la preparación del guion para locución.
Un guion mal estructurado, con indicaciones confusas o sin la información necesaria, obliga a repetir tomas, genera dudas en el locutor y provoca retrasos en la edición. Por el contrario, un guion bien preparado permite que la grabación fluya, que el locutor interprete con precisión y que el resultado final sea exactamente el que el cliente espera.
Este checklist está diseñado para que productoras, agencias y creadores de contenido puedan preparar guiones listos para locución de forma eficiente, evitando errores comunes y optimizando cada fase del proceso.
Define el objetivo del guion
Antes de escribir una sola palabra, es fundamental tener claro qué se quiere conseguir con la locución. No es lo mismo un guion para un spot publicitario que para un vídeo corporativo, un curso online o una centralita telefónica.
Preguntas clave:
- ¿Cuál es el mensaje principal que debe transmitir la voz?
- ¿Qué acción quieres que realice el oyente después de escucharla?
- ¿Qué emociones debe despertar la locución?
Definir el objetivo desde el principio ayuda a tomar decisiones sobre el tono, el ritmo y el estilo del texto.
Conoce a tu audiencia
El público objetivo determina el lenguaje, el registro y la estructura del guion. Un mensaje dirigido a un público joven puede permitirse un tono más informal y dinámico, mientras que uno orientado a un entorno corporativo requerirá un lenguaje más formal y preciso.
Aspectos a considerar:
- Edad y perfil demográfico.
- Nivel de conocimiento sobre el tema.
- Contexto en el que escucharán la locución (radio, vídeo online, evento en directo…).
Estructura el contenido
Un guion para locución debe ser claro y fácil de seguir. La estructura más efectiva suele incluir:
- Introducción: captar la atención y presentar el tema.
- Desarrollo: exponer la información principal de forma ordenada.
- Cierre: reforzar el mensaje y lanzar la llamada a la acción.
Evita bloques de texto demasiado largos. Divide la información en párrafos cortos y utiliza frases simples para facilitar la lectura en voz alta.
Escribe para ser escuchado
La lectura en voz alta es diferente a la lectura en silencio. Un texto que funciona en papel puede resultar confuso o pesado cuando se escucha.
Consejos prácticos:
- Usa frases cortas y directas.
- Evita tecnicismos innecesarios.
- Incluye repeticiones estratégicas para reforzar ideas clave.
- Utiliza palabras sonoras y fáciles de pronunciar.
Indica el tono y el estilo
El locutor necesita saber cómo interpretar el texto. Incluir indicaciones sobre el tono, el ritmo y la intención ayuda a conseguir el resultado deseado.
Ejemplos de indicaciones:
- “Tono cercano y motivador”.
- “Ritmo pausado, con énfasis en las cifras”.
- “Entonación ascendente en las preguntas”.
Marca las pausas y énfasis
Las pausas no solo sirven para respirar: también ayudan a dar ritmo y a enfatizar ideas. Indicar dónde debe hacer una pausa o dónde debe acentuar una palabra puede marcar la diferencia en la interpretación.
Ejemplo:
“Nuestro compromiso es… [pausa] ofrecerte siempre la mejor calidad.”
Revisa la pronunciación de nombres y términos
Si el guion incluye nombres propios, marcas, tecnicismos o palabras en otros idiomas, es importante aclarar su pronunciación. Esto evita interrupciones durante la grabación y asegura coherencia en todo el proyecto.
Adapta el guion al tiempo disponible
En proyectos con una duración determinada (por ejemplo, un spot de 30 segundos), es esencial ajustar el texto para que encaje en el tiempo sin que el locutor tenga que correr o alargar artificialmente.
Truco:
Haz una lectura cronometrada antes de enviar el guion al locutor.
Incluye referencias y contexto
Cuanta más información tenga el locutor sobre el proyecto, mejor podrá interpretar el guion. Esto incluye:
- Público objetivo.
- Objetivo del mensaje.
- Estilo de la marca.
- Ejemplos de locuciones anteriores.
Prepara el formato de entrega
Un guion claro no solo depende del contenido, sino también de su presentación. Utiliza un formato limpio, con tipografía legible y suficiente espacio entre líneas. Si el guion incluye varias voces o partes, diferéncialas claramente.
Haz una revisión final
Antes de enviar el guion al locutor, revisa:
- Ortografía y gramática.
- Claridad del mensaje.
- Coherencia en el tono y el estilo.
- Indicaciones completas y precisas.
Beneficios de un guion bien preparado
- Ahorro de tiempo: menos repeticiones y correcciones.
- Mayor calidad: interpretación más precisa y coherente.
- Mejor comunicación: el locutor entiende exactamente lo que se espera.
- Satisfacción del cliente: el resultado final se ajusta a lo acordado.
Errores comunes que debes evitar
- Enviar guiones incompletos o sin revisar.
- No indicar el tono o el estilo deseado.
- Usar frases demasiado largas o complejas.
- No aclarar la pronunciación de términos difíciles.
- No ajustar el texto al tiempo disponible.
Un guion bien preparado es la base de una locución profesional de calidad. Siguiendo este checklist, las productoras pueden optimizar su flujo de trabajo, reducir tiempos de grabación y asegurar que el resultado final cumpla con las expectativas del cliente. La clave está en la claridad, la precisión y la comunicación efectiva con el locutor.